Este reto parte de la visión de un mundo sin hambre. Y surge a raíz de la Conferencia sobre el Desarrollo Sostenible Rio +20 que se celebró en junio de 2012. En ella, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, planteó conseguir un mundo en el que no exista la malnutrición y la falta de alimentos.
Cerca de 800 millones de personas pasan hambre en el mundo y se calcula que en el 2000 millones más, estarán en la misma situación en el 2050. Escalofriantes cifras, ¿no es cierto?
Desde la ONU insisten en la importancia de realizar una serie de acciones para erradicar el hambre y la escasez de comida para una gran parte de la población. Recalcan que hay suficientes recursos y que muchos de los actos de nuestros gobiernos y países, pero también nuestros propios hábitos y consumos personales, ayudarían a lograr uno de los grandes obejtivos del desarrollo sostenible.
Para ello, uno de los puntos clave es realizar cambios profundos en el sistema agroalimentario a nivel mundial.